"El Barça tiene a Messi y nosotros a Oblak", despachó Diego Pablo Simeone en plena ola de euforia. El técnico, como toda la expedición rojiblanca, todavía estaba digiriendo lo que acababa de suceder sobre el verde de Anfield. La brutal prórroga, con tres goles de Marcos Llorente y Morata para llevarse la victoria, no impidió que el técnico argentino señalara, como pocas veces hace, al esloveno como el jugador capital de este Atlético clasificado, pese a los pronósticos, para los cuartos de final de la Champions.
La afición rojiblanca bien sabe lo que dibuja su guardameta sobre el césped, y lo que supone para el equipo, semana a semana.Durante el actual campeonato de LaLiga, por no irnos a otras temporadas, ha sido decisivo para salvar puntos ante Madrid,Levante, Granada, Valencia y tantos rivales que la lista es innumerable. Aparecer en el momento clave, cuando los resultados ajustados se deciden por detalles, es la especialidad de un jugador que ante el Liverpool dio un paso más. No sólo realizó paradas fundamentales. Además lo repitió... ¡en nueve ocasiones!
De hecho, por tercera vez desde que se adueño de la portería rojiblanca el 13 realizó nueve paradas. Ya lo había vivido en LaLiga, en Vigo en la temporada 17-18, y en la Champions, en la visita a Múnich de 2016. Aquel encuentro ante los de Guardiola tuvo muchos paralelismos con el de Anfield: asedio local de un equipo superior... hasta toparse con el providencial portero.
Siete jugadores distintos
Volvamos, en cualquier caso, a la cita ante los de Klopp. Varios de los jugadores locales sufrieron en sus carnes el momento de inspiración que, en este caso, duró 120 minutos. Wijnaldum, con un cabezazo, Alexander-Arnold, con un disparo, Firmino con un disparo a quemarropa.La sucesión de jugadas que llevaron a Anfield a cantar el gol, y la clasificación, hizo que hasta siete jugadores sufrieran en sus carnes las intervenciones máginas del jugador más decisivo de la temporada.
Y es que a falta de que alguien tome el relevo de Griezmann en lo que se refiere al peso ofensivo ha sido Oblak el que ha tomado ese papel. Así, hasta siete jugadores del Liverpool sufrieron en sus carnes las paradas de un meta que vivió 27 disparos de los de Klopp. 16 se fueron fuera (como las dos chilenas que intentó Mané y que se fueron altas), pero hasta en nueve ocasiones el cancerbero esloveno tuvo que tirar de manos, pies o lo que fuera para frenar a los ingleses.
Más allá de los goles de Wijnaldum y Firmino, el primero vio como en dos ocasiones Oblak se interponía a la gloria que le habría supuesto otra diana. La estrella local,Salah, fue una pesadilla para los rojiblancos, en especial para Lodi, en sus incursiones en la banda derecha, y probó suerte en dos disparos que el esloveno rechazó. Mismo número de intervenciones con las que se topó la sorpresa de la alineación que diseñóKlopp y que hizo mucho daño a los rojiblancos, Oxlade-Chamberlain.Firmino, Mané y el citado Alexander-Arnold completan las nueve paradas de un meta que se ganó en los tiempos del Calderón la canción'Obi, Oblak, cada día te quiero más'... Un cántico que habrá que adaptar con 'cada día para más'. El Liverpool y Klopp pueden dar buena fe de ello.
