Pau López fue la pesadilla para una Real Sociedad que rompe su racha de triunfos.
Tocó y tocó el Betis buscando los huecos ante una Real Sociedad que le cedió el balón para buscar las contras con Sandro y con Oyarzabal. La posesión era monotemática para los verdiblancos, incapaces de llegar a los dominios de Moyà.
Las malas noticias llegaron en el Benito Villamarín pasado el primer cuarto de hora de partido. No termina Guardado de salir de una lesión para entrar en otra. El mexicano se tuvo que retirar antes de tiempo para marcharse a la grada y ver, a posteriori, la victoria de su equipo.
En un conjunto acostumbrado a tocar y buscar el gol por abajo, fue en una acción a balón parado donde llegó el único tanto del encuentro. William Carvalho prolongó el balón del primer palo al segundo, donde se encontraba totalmente solo Junior para batir a Moyà.
Insistió el Betis en los últimos minutos de la segunda parte, pero volvió a pecar de lo que más le falta: olfato de gol. Estuvo a punto de empatar la Real Sociedad en una pérdida absurda de Boudebouz. Ahí apareció de nuevo un Pau López que se erigió en héroe del partido.
El paso por los vestuarios no sirvió sino para constatar el buen partido de Junior. Se volvió a aproximar el carrilero del Betis al gol con una jugada parecida a la de la primera parte, pero esta vez no pudo superar, con un cabezazo, a Moyà.
La Real Sociedad cambió el sino del partido con respecto fueron pasando los minutos. El Betis se echó para atrás inconscientemente y el cuadro de Garitano lo aprovechó. Poco a poco fue llegando a los dominios de Pau López.
El arquero verdiblanco salvó en varias ocasiones el empate. Especialmente difícil fue la parada que le hizo a un Sandro que acabó desesperado. El canario lanzó abajo y López, cual portero de balonmano, sacó el pie para evitar el gol 'txuri-urdin'.
Pudo sentenciar el Betis en los pies de Loren. Es algo que le falta al punta verdiblanco, definir las acciones para cerrar los partidos. Acto seguido, fue Jazunaj el que tuvo en sus botas un empate que no llegó en los últimos minutos de partido.
El pitido final liberó la tensión de un Benito Villamarín que no veía ganar a su equipo en liga desde el 30 de septiembre ante el Leganés. Paso atrás para una Real Sociedad que, de haber conseguido el triunfo, se habría metido en puestos europeos.
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