Desde que Raúl Fernández se lesionase el 14 de marzo, ser portero de la UD Las Palmas está siendo un trabajo de riesgo. Finalizando la pasada temporada, y tras la lesión del vizcaíno, Pepe Mel apostó por el entonces portero suplente, Nauzet Pérez. Dos malas actuaciones del grancanario (encajó siete goles en 97 minutos) lo defenestraron de nuevo al banquillo. El entrenador apostó entonces por Josep Martínez, meta del filial amarillo. Un joven portero seguido por los grandes de Europa y una apuesta firme por el futuro. Josep cumplió (jugando las siete últimas jornadas de la 2018/19) y se ganó la oportunidad de comenzar la temporada como titular.
Este año ha encadenado buenas actuaciones con otras no tan buenas. Pero tras un error ante el Alcorcón, pidió el cambio en el descanso y entre lágrimas. Mel explicó así la situación: "Según él, el médico le ha pinchado. Dice que se ha hecho daño en el tobillo". Unas molestias que, sin embargo, no impidieron que entrenase con normalidad con la selección sub21 dos días más tarde.
La decisión de Pepe Mel tras la vuelta de Josep de dicha concentración fue fulminante. Valles salió como titular ante el Oviedo y el entrenador seguirá apostando por el sevillano contra el Extremadura. No le tembló el pulso a técnico y muchos hablan de que Josep no aguantó la presión en su último partido, una teoría que adquiere valor tras las palabras antes citadas por Pepe Mel.
Como hemos visto (no solo en la portería) el técnico madrileño está apostando por la meritocracia y por el famoso 'juego de la silla'. Los quiere a todos enchufados, incluso en un puesto tan específico y complicado como es el de portero. Las Palmas ha tenido cuatro porteros titulares en menos de diez meses. Si te mueves, no sales en la foto.
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