As: El interés del Atlético por Bono frena su renovación en Girona

El Atlético tiene el 50% de sus derechos hasta junio, mes en el que acaba su contrato, así que será libre de negociar su futuro desde enero.

Cuando el Atlético de Madrid traspasó a Bono al Girona se guardó el 50 por ciento de los derechos sobre el jugador. Desde los despachos rojiblancos pensaron más que probablemente que debían cubrirse las espaldas en caso de una hipotética venta por parte del Girona pero la situación, en el último año, ha dado un giro de 180 grados: el Atlético de Madrid tiene un interés real por recuperar al futbolista, hasta el punto de que por el momento se ha impedido su renovación con el Girona.

La situación contractual de Bono, que acaba contrato el próximo junio, es compleja. La repartición de sus derechos (la mitad para el Girona y la mitad para el Atlético) se extingue a la par que su contrato por lo que si los colchoneros quieren tener una posición privilegiada para contratarle deben actuar ya. Y lo están haciendo.

No es ningún secreto que el Girona está tratando de renovar a Bono y que, hasta la fecha, no han tenido ningún éxito. Las conversaciones arrancaron el curso pasado de forma optimista en los despachos de Montilivi, pero las intenciones iniciales de Quique Cárcel, director deportivo de la entidad catalana, pronto se truncaron: el Atlético no ha puesto facilidades al club de Montilivi.

Ahora mismo, sin embargo, todos los escenarios están abiertos: podría renovar con el Girona, firmar por el Atlético o extinguir su contrato y marcharse libre a cualquier otro equipo.

Los caminos de Bono y el Atlético de Madrid se cruzaron en el verano de 2012, cuando los ojeadores del club rojiblanco lo vieron en acción en un torneo en Toulon (Francia). Pese a jugar ya en un equipo profesional marroquí decidió aceptar la oferta del Atlético, con la que perdía dinero, para irse a jugar al filial rojiblanco.

Bono formó parte de la plantilla del Atlético B durante las temporadas 12-13 y 13-14, para posteriormente ser cedido al Real Zaragoza en las dos siguientes. De ahí pasó al Girona.