El efecto Luis Llopis ya se deja notar en Zubieta

Luis Llopis (Hernani, 1964) tenía ganas de volver a casa después de mucho tiempo fuera. Quería celebrar con sus amigos de toda la vida los triunfos de la Real y no desde la distancia. Y por ese motivo no se lo pensó dos veces cuando recibió la llamada de Roberto Olabe. Una vez ganada su tercera Champions de manera consecutiva siendo miembro del staff técnico de Zinedine Zidane, el expreparador de porteros del Real Madrid decidió que era el momento de emprender el regreso a casa, para ponerse manos a la obra en el nuevo proyecto comandado por Roberto Olabe. La pretemporada no ha hecho más que comenzar y Luis Llopis ya se está dejando notar, y oír, en Zubieta. Moyá, Rulli y Zubiaurre -también Garrantxo- trabajan a destajo con los métodos de un preparador que es una eminencia y que viene de trabajar al lado de Keylor Navas. “Gracias a él soy mejor”, ha reconocido en diferentes momentos el portero costarricense.

El reto de Llopis, además de mejorar las prestaciones de los porteros del primer equipo, está en encontrar ese portero de la casa que pueda llegar al primer equipo y ofrecer un alto nivel. Para lo primero, ya se ha puesto manos a la obra en las primeras sesiones a puerta abierta que se están viendo en Zubieta. Las novedades son más que evidentes respecto a temporadas pasadas, sobre todo en lo que a ejercicios se refiere. Acude a la ayuda de maniquís hinchables (los Air Tom), que va moviendo haciendo un efecto parabrisas para que los guardametas no vean de dónde les viene el disparo y también ha recurrido a uno de sus ejercicios favoritos, las series con pelotas de tenis para mejorar la capacidad de reacción de los guardametas. En la fuerza, suele hacer que los porteros carguen con unas pesas con forma de campana y les obliga a parar sentados.

Llopis no permite relajaciones. Sus entrenamientos con Moyá, Rulli y Zubiaurre comienzan a ser un espectáculo, son muy exigentes. Los espolea continuamente con comentarios que se pueden escuchar por todos los que acuden a Zubieta a presenciar ‘in situ’ el entrenamiento del primer equipo. Y es que su carácter vehemente le hace ser así.

Olabe tenía claro que uno de los aspectos a mejorar en su regreso a Donostia era la portería de la Real, cuya gestión la temporada pasada fue nefasta a todas luces. Lo fue tanto que la dirección deportiva se vio obligada a reaccionar a finales del mes de febrero para hacerse con los servicios de Miguel Ángel Moya, que sin realizar un solo entrenamiento, fue titular frente al Betis. Rulli estaba lesionado y el rendimiento de Toñoestaba dejando bastante que desear. Y para conseguir su propósito, Olabe quería contar con los servicios de uno de los mejores en estas labores: Luis Llopis.

Grabación de los movimientos

Junto a Llopis también ha llegado Iñaki Ulloa, responsable de la unidad de porteros creada para esta temporada, al que apenas se le ha visto sobre el verde en lo que va de pretemporada. Lo hizo en una ocasión, cámara en ristre, para grabar todos y cada uno de los movimientos de los porteros, para después analizar todos juntos en qué se puede mejorar. Esa es la práctica habitual en Luis Llopis, que antes de que los porteros salten al terreno de juego, lo hace él para colocar una cámara a ras de campo que permita la grabación del entrenamiento.