Cuando aún no ha acabado el goteo de sentencias por el Moggigate, por el que le retiraron dos títulos a la Juventus, un nuevo escándalo sacude al fútbol italiano. La Federcalcio resolvió sancionar con dos puntos al Nápoles por "responsabilidad objetiva" en el amaño de un partido contra el Sampdoria disputado el 16 de mayo de 2010.
Tres de los jugadores napolitanos, el portero Gianello, ya retirado, y los defensas Paolo Cannavaro, hermano del exmadridista Fabio Cannavaro, y Grava afrontarán además castigos severos. A Gianello le han caído tres años y tres meses de suspensión, mientras que Cannavaro y Grava cumplirán seis meses cada uno.
El Nápoles que, tras la disputa de la decimoséptima jornada del pasado fin de semana, se situaba en tercera posición con 33 puntos, bajará hasta la quinta plaza con 31 puntos. Lazio (33 puntos) y Fiorentina (32) ascienden puestos con la sanción a los napolitanos, que se quedan a diez puntos del líder, la Juventus.
Gianello, que era el portero en ese partido ante la Sampdoria, fue quien organizó el amaño para beneficiarse en las apuestas. Según las investigaciones contó con la colaboración necesaria de Cannavaro y Grava, dos de sus defensas. Las sanciones deportistas adoptadas por la Federcalcio son independientes de las responsabilidades penales que puedan tener los jugadores, ya que la denuncia sigue otra vía en los juzgados italianos.
El proceso se basa en las sospechas de la Fiscalía sobre el Sampdoria-Nápoles (1-0), en el que Gianello llevó a cabo acciones para "alterar el desarrollo del partido" con el fin de realizar apuestas a favor de una victoria del equipo rival.
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