El 29 de junio de 2011 el Manchester United anunció lo que era un secreto a voces desde hacía varios meses, el fichaje de uno de los porteros con mayor proyección del mundo: David de Gea. El que para muchos está llamado a ser el sucesor de Iker Casillas en la selección española, se convirtió en el guardameta más caro de la historia de la Premier League al dejar en las arcas del Atlético de Madrid 20 millones de euros.
El club rojiblanco, después de traspasar a la entonces última perla de la cantera, se quedó con Joel Robles y Sergio Asenjo en nómina, aunque el estado de forma de éste era una incógnita ya que aún estaba convaleciente de la segunda grave lesión de rodilla que había sufrido en poco más de ocho meses. Así las cosas, José Luis Pérez Caminero se puso a peinar el mercado en busca de un tercer cancerbero.
A diferencia de temporadas pasadas, en las que el Atlético se inclinó por un perfil de portero veterano, como fueron los casos de Christian Abbiati o Grégory Coupet, se decidió por un meta como De Gea, joven y con mucha proyección como Thibaut Courtois, que llegó en calidad de cedido el mismo día en el que el Chelsea pagó 9 millones de euros al Genk por su traspaso. Su cesión despertó cierto recelo entre la afición, ya que la sensación era que el Atlético iba a formar al sustituto de Petr Cech en la portería del Chelsea.
En su primera temporada demostró ser clave en la consecución de la Europa League, tanto que el Atlético volvió a negociar con el Chelsea su cesión, la cual costará a la entidad de la capital de España más de 2 millones de euros. Eso sí, en el contrato no figura ninguna opción de compra para los de la ribera del Manzanares. En Mónaco fue un testigo más de la lección de fútbol que los rojiblancos dieron a los 'blues' en la Supercopa de Europa. En Londres ya dan por hecha su vuelta definitiva el próximo verano.
Su única roja con el Atlético, en el Bernabéu
El sábado disputará su partido de Liga número 50 con el Atlético. Y lo hará en el escenario donde ha visto la única tarjeta roja desde que llegó a la ribera del Manzanares, en el Santiago Bernabéu, donde el Atlético iba ganando en el marcador hasta que en una decisión no exenta de polémica, Mateu Lahoz expulsó al belga tras derribar a Karim Benzema dentro del área. El caso es que un año y medio después del adiós de De Gea, que disputó 81 encuentros de Liga con el Atlético en los que encajó 81 goles, Courtois, que en 49 partidos de Liga ha recibido 50 tantos, es el único culpable que nadie se acuerda del ahora meta del Manchester United.
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