San Mamés rinde hoy un homenaje al Chopo

Cincuenta años atrás (23-9-62), en Málaga, Iribar defendió por vez primera la camiseta del Athletic. Lo hizo a los 19 años de edad como suplente de Carmelo, que no pudo continuar en el campo después de golpearse la cabeza con el poste tras volar de palo a palo para evitar un remate malacitano. El Athletic perdía 2-0 y en el minuto 61 entró Iribar al césped. Ahí comenzó su leyenda. Formó junto a Orue, Etxebarria, Canito, Iturriaga, Uriarte (también debutaba ese día), Sáez, Mentxaka, Arieta I, Merodio y Uribe.

"Hasta los 17 años estuve jugando en la playa y venía del Basconia. Al principio estaba un poco nervioso, pero jugué, que es lo que había soñado". Iribar, el futbolista que en más ocasiones ha defendido el escudo del Athletic en partido oficial (614 encuentros) en 18 temporadas, recibirá esta tarde el homenaje de La Catedral y de todos los que desde 1962 se han puesto bajo la portería rojiblanca. A su lado estará Carmelo, el que le dio la alternativa, e igual de cerca tendrá a Zubizarreta, al que muchos designaron como su sucesor; a porteros a los que tapó la proyección, como Zaldua o Marro; los que vinieron después, Agirreoa, Cedrún, Biurrun, Meléndez...a los que formó (Valencia, Imanol, Lafuente).

El arranque del encuentro será inolvidable para El Chopo, que puede que hasta que no se vea sobre el césped no se dé cuenta del todo de la profunda emotividad que rodeará al acto. "Son cosas que hasta rejuvenecen". Lo dice una leyenda que en marzo cumplirá 70 años y que en el imaginario del aficionado rojiblanco siempre aparece vestido de negro, imponente.

Iribar es cojonudo. Campeón de Copa en dos ocasiones (1969 y 1973), ganador del trofeo Zamora en 1970, de la Eurocopa de 1964 y el primer portero en alcanzar los 49 partidos con la Selección, Iribar fue tan grande que se hizo imprescindible hasta en las derrotas. Ocurrió en 1966, en la final de Copa perdida ante el Zaragoza. El público le despidió al grito de "Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo, cómo Iribar no hay ninguno", que se convirtió en un himno. "El Athletic es diferente", concluye.