Iker Casillas, capitán del Real Madrid, mostró el sentimiento de
culpabilidad de la plantilla madridista tras ceder un empate ante el
Espanyol en el Santiago Bernabéu (2-2) y tener "casi imposible" la Liga,
y aseguró que "todos" los que juegan son "culpables, no sólo los de
atrás".
"La dinámica que estamos teniendo no es buena. Venimos de encajar
seis goles en tres partidos ante Valladolid, Celta y Espanyol. Todos
tenemos culpa de ello, no solo la parte de atrás. A balón parado no sólo
defiende el portero y cuatro defensas, defendemos todos. Estamos
bastante tocados hoy, mañana intentaremos sacar energía para pensar que
se pueden recortar puntos", manifestó en la zona mixta del Bernabéu.
"La Liga está muy complicada. Hoy hemos dado un paso no definitivo
hacia atrás, pero que nos deja tocados y dolidos. Nuestra idea era sumar
tres puntos y esperar, pero no hemos sido certeros de cara a gol, hemos
dejado al Espanyol aprovecharse de un despiste a balón parado y lo que
antes no pagábamos ahora sí lo pagamos mucho", añadió.
Casillas se disculpó con los seguidores del Real Madrid y se mostró
comprensivo con los silbidos que dedicaron al equipo en algunas fases
del partido.
"Entiendo el enfado de la afición que se va a su casa triste y
dolida. Los principales culpables somos los que estamos en el terreno de
juego, que no hemos hecho las cosas bien. Hay que seguir y no bajar los
brazos. Mal haríamos si lo hacemos en el mes de diciembre", afirmó.
"Ahora mismo estamos dolidos y tocados, no es un momento de alegría
tras dejar escapar dos puntos más en el Bernabéu. Queremos recortar
puntos, pero no estamos haciendo lo que debíamos", agregó.
El capitán madridista no entiende qué ha cambiado respecto a la
pasada Liga, en la que el Real Madrid hizo récord de puntos y goles. "No
es falta de ambición. Hay partidos que jugamos mejor y otros peor. Hoy
hemos tenido ocasiones claras, defensivamente hemos tenido despistes en
los que nos han hecho gol. No es mala suerte, pero las cosas no nos
salen como la temporada pasada", subrayó.
"Nos han perdido el respeto que el año pasado nos ganamos en el
terreno de juego. Ves que los rivales te plantan cara y hay que luchar y
pelear como ellos, tanto en el Bérnabeu como en los campos a los que
vamos", concluyó.
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