Es cierto que no ha hecho más que llegar al primer equipo y que apenas lleva tres partidos en Primera división, pero lo de Adrián San Miguel se puede considerar un auténtico triunfo. Es el triunfo de la fe, de la perseverancia, de la confianza absoluta en sus posibilidades.
Hace apenas cinco meses nadie habría dado un duro por el portero verdiblanco. Acababa de terminar una oscura temporada en el filial marcada por una grave lesión de rodilla que apenas le permitió jugar. Tenía un año más de contrato y estaba condenado a ser el tercer portero del Betis o a buscarse la vida en Segunda B.
Es muy posible que cualquiera hubiera hecho el petate y a buscar gloria en otros puertos. Es muy fácil tirar la toalla con 25 años y marcharse a otros lares a la caza y captura de minutos y partidos. Pero Adrián se quedó. Nadie tuvo que convencerlo. No pasó ni siquiera una noche en vela para tomar la decisión.
Lo tenía muy claro. Lleva en el Betis desde alevines y no se iba a rendir en la recta final del camino. Quería apurar todas las opciones posibles para hacer realidad su sueño. Y lo consiguió. Antes incluso de lo que cualquier aficionado pudiera imaginar.
Adrián siempre creyó. "Me quedé aquí pensando que tendría mi oportunidad, aunque fue una decisión complicada porque había tres porteros. No quería irme sin debutar en Primera, fue por amor propio y cabezonería. El club no tuvo dudas en contar conmigo y yo ni me lo pensé", asegura.
Tanto le ha costado tomar la alternativa que no va a ser ahora cuando piense en marcharse. Tiene contrato hasta el mes de junio, pero no pasa otra cosa por su cabeza que no sea continuar en el Betis. "Soy súper feliz aquí, donde me he criado y llevo desde los 10 años, y es el momento más feliz de mi vida. Antes estaba yo en la grada y ahora mi familia viene a verme.
Tengo mi novia, mis amigos, mis estudios aquí en Sevilla y no pienso en salir. Hay que esperar para ver qué dice el club. Aunque no me preocupa ahora mismo. Eso es cosa secundaria, yo estoy centrado en mantener la titularidad", afirma el portero.
En este sentido, Adrián demuestra mucha madurez cuando reconoce que no se considera titular indiscutible por el simple hecho de haber jugado dos partidos, aunque nadie duda de que tendrá continuidad en los próximos encuentros, tras dejar su portería a cero dos partidos consecutivos y tras lo que aseguró Pepe Mel. "No soy titular indiscutible, las cosas hay que ganárselas. Tuve mi oportunidad y sigo trabajando poco a poco para serlo", afirma.
En este sentido, Adrián destaca el hecho de haber mantenido la portería a cero en los dos últimos partidos. Está convencido de que es la línea a seguir para mantener la buena senda en la Liga. "Mantener la portería a cero es lo más importante. Nos encontramos bien defensivamente, después del 4-0 en Málaga, llevamos dos partidos con la meta a cero. Para mí es lo más importante, porque así aprovechando una ocasión te llevas los tres puntos", apunta.
Aún quedan tres jornadas para llevar al derbi, pero a nadie se le escapa que es un partido que ya está en la cabeza de muchos jugadores, y mucho más para un canterano como Adrián que ha jugado ya muchos en su carrera y que supondría poner el broche de oro a este tipo de encuentros.
"He jugado muchos derbis en los escalafones inferiores. Sería muy bonito y mucho más en el Sánchez Pizjuán. Aquello tiene que ser un hervidero", asegura. Está claro que la presión no va con el joven portero bético.
Ha sido el último de los canteranos del Betis en debutar en el primer equipo de la mano de Pepe Mel. Adrián no duda en reconocer todo lo bueno que está haciendo el técnico madrileño por los escalafones inferiores. "Hay muchos canteranos en el once y tenemos que estar orgullosos. Eso le da vida a la cantera del Betis y es algo que debemos agradecer al míster", sentencia.
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