Una resonancia magnética nuclear realizada esta mañana ha tranquilizado a Gorka Iraizoz, quien vio con alivio como la prueba no desvelaba lesión de gravedad en su rodilla izquierda, lastimada en el entrenamiento de su equipo celebrado el sábado pasado y que le impidió jugar ayer ante el Málaga.
El parte médico especifica que tan solo sufre una "distensión en el compartimento posterior de la rodilla sin afectación grave de meniscos o estructuras ligamentosas", algo que puede impedirle, dependiendo de su evolución, perderse en partido del próximo sábado, en Anoeta ante la Real, con lo que Raúl Fernández seguiría bajo los palos del Athletic.
El portero navarro seguirá siendo tratado por los fisios y sometido a tratamiento antiinflamatorio. De su evolución dependerá cuándo se reincorpore al equipo.
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