miércoles, 11 de abril de 2012

El Mono Burgos se dejó la nariz en un derbi

Buena parte de los focos en el Calderón apuntarán este miércoles a Diego Pablo Simeone, pero a su lado estará otro argentino que aunque tampoco sabe lo que es ganar al Madrid como rojiblanco, sí sabe lo que es birlarle puntos en el Bernabéu en el último suspiro: el Mono Burgos. El argentino fue protagonista en un derbi de la temporada 2002/2003, una de las últimas alegrías que se llevó el Atlético ante el Madrid, aunque no fue una victoria, sino un empate en el último minuto.
Con 2-1 en el marcador a favor del Madrid, el cuadro blanco gozó de un penalti. Al lanzamiento fue Figo, que ya había marcado uno en la primera parte. El portugués lanzó fuerte, pero el Mono adivinó la dirección del disparo. Lo detuvo y la pelota terminó impactándole en la cara. El pelotazo le provocó una hemorragia en la nariz y así tuvo que terminar el partido, con algodón en los orificios nasales.
La parada del portero argentino terminó siendo decisiva, pues en el tiempo de descuento Albertini coló una falta en la escuadra de Casillas. Un gol que ha supuesto una de las pocas alegrías en los derbis de este siglo para el Atlético. Para el recuerdo queda el gol del italiano, la celebración de Luis Aragonés moviendo el puño y la imagen del Mono Burgos con la cara ensangrentada.

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