Con la permanencia en el bolsillo, el Eibar empieza a preparar la próxima temporada y para ello primero debe cerrar la continuidad de aquellos jugadores que terminan contrato y todavía no han renovado. Asier Riesgo es uno de ellos. A sus 35 años, el guardameta de Deba se encuentra en un momento de reflexión. Le toca decidir si prolongar su carrera o colgar los guantes, aunque el rendimiento ofrecido en los 14 encuentros disputados este curso le animan a seguir un año más bajo palos.
Su prioridad es continuar en Ipurua. De momento, no ha recibido ninguna oferta del club, aunque se lo toma con tranquilidad. "No he hablado con ellos de nada porque hasta ahora no nos hemos salvado matemáticamente", expresa el guipuzcoano en una entrevista concedida al Diario Vasco. Son cuatro los jugadores que acaban contrato, pero en los despachos son conscientes de que con Riesgo hay que tener una sensibilidad diferente a los demás.
"Al principio de temporada veía éste como mi último año. Aunque físicamente me sentía bien, mentalmente no me veía tan entero. Pero me ha tocado jugar, me he encontrado muy bien y eso me ha dado el gusanillo de poder seguir. Estar en el campo me ha dado fuerza. Me ha servido para reencontrarme conmigo mismo. Cuando no juegas siempre te entran dudas y este año he visto que me veía fuerte. Necesitaba este 'chute' de confianza para seguir aportando al equipo", reconoce Riesgo.
El Eibar se mantiene a la espera de que lo que sucederá en verano. Tiene tres porteros en nómina -Yoel volverá en julio tras su cesión en Pucela-, pero quien puede marcar el devenir de Riesgo es Marko Dmitrovic. El serbio es uno de los integrantes del vestuario que podría acabar saliendo. No van a faltar ofertas por él y el conjunto azulgrana está dispuesto a escuchar ofertas.
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