Iker Casillas sufre una fractura en la base del primer metacarpiano de su mano izquierda y será operado para reducirle la rotura. Hoy decidirán que día pasa por el quirófano. Estará de baja dos meses como mínimo, se perderá nueve jornadas de Liga, las semifinales de la Copa del Rey, los octavos de la Champions y tres partidos de Selección, dos de ellos clasificatorios para el Mundial de Brasil.
Nada más aterrizar en Madrid, en la madrugada del jueves, Casillas se desplazó a la clínica Sanitas-La Moraleja conduciendo su propio coche y allí se le realizó una resonancia magnética para ver el alcance exacto de la lesión. Se le puso una férula y se fue a su casa a descansar.
Con los resultados claros y sabiendo la lesión concreta, durante la madrugada los médicos mantuvieron una reunión para precisar más el camino a seguir y ver con qué especialistas de mano se podría hablar. La decisión de pasar por el quirófano se consensuó entre los doctores, la cúpula directiva del Real Madrid y el jugador. Cada uno dio su propia opinión y hasta hoy no se decidirá el especialista que intervendrá a Casillas en el centro hospitalario (ayer se barajaron nombres como el doctor Villamor, que ha operado a motociclistas, o el doctor Piñal, el cirujano que ha tratado al torero José Mari Manzanares).
Grave. Tratándose de un portero, esta lesión es grave. Afecta directamente a las articulaciones de la mano. Tras la operación tendrá que llevar unas seis semanas la escayola, aunque podrá entrenarse y así mantener la forma física. Tras ese periodo inmovilizado deberá ejercitar la mano de nuevo. Volver al máximo nivel requiere entre dos y cuatro semanas. El objetivo de Casillas es poder ayudar al equipo cuanto antes. En la intervención le pondrán un clavo para fijar el hueso desplazado y luego se lo tendrán que retirar.
El capitán del Real Madrid estuvo ayer casi todo el día en su casa. Salió a primera hora de la tarde para hacerse el preoperatorio en el centro médico. Esta vez le acompañó su novia Sara Carbonero, que conducía el vehículo. En principio, el día de la operación no está previsto que se quede ingresado ya que es una intervención leve.
Llamadas. Casillas atendió a todas las llamadas que recibió para interesarse por su estado y por la noche vio el partido de semifinales entre el Málaga y el Barça rodeado de amigos. Habló con el seleccionador Vicente del Bosque, que quiso saber de primera mano cómo estaba el portero. También conversó con sus compañeros de equipo y de Selección que querían saber cómo había ido todo y conocer los ánimos del portero (en el vestuario de Valencia, Arbeloa le pidió perdón por la patada que le propinó y fue la causante de la fractura).
Es la primera vez que Casillas tiene una lesión de larga duración desde que debutó con el Madrid, un 12 de septiembre de 1999. Tras la patada él era negativo con el diagnóstico y no se equivocó. "Sentí al momento como si se me rompiese algo", dijo en zona mixta. Ahora tiene un largo camino por delante. Su objetivo: volver cuanto antes.
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