El partido tuvo relevo de héroes. El primero, seguramente el gran causante del resultado final, Willy Caballero. Sabella aparte, aún había voces que consideraban que le faltaba un punto más para ser portero de Champions. Quizá le falte sobreactuar, la estética de la palomita. Pero sus paradas son soberbias. Lo fueron las dos que salvaron el pellejo ante Bojan y Emanuelson antes de que Eliseu abriera el marcador. No pudo hacer nada en el empate y en el cuarto de hora final frustró a Boateng en el último intento del conjunto local, cuando más apretaba.
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