Desde un 28 de mayo de 2005, fecha en la que se retiraba un joven César Laínez, el Real Zaragoza no cuenta en sus filas con un portero de garantías y estable. Aquel aciago día de mayo se despedía en la Romareda el portero aragonés con más títulos en su palmarés y terminaba también un período de 6 años en el que el club maño tuvo totalmente cubierta la puerta del Carmen.
Tiempo después la portería del Real Zaragoza se convertiría en un vaivén de nombres, tales como Raúl Valbuena, Luis García, César Sánchez, López Vallejo o Juan Pablo Carrizo. Alguno de ellos perduró más tiempo en la disciplina zaragocista, como César Sánchez que dejó muy buenas sensaciones en la afición de la Romareda pero tuvo que abandonar el club al cabo de tres temporadas debido al descenso a segunda división del equipo en el año 2008.
Desde entonces y hasta ahora, son tres los porteros que pelean por ser ese guardameta de futuro, de largos periodos, que finalmente marque una época. Ellos son Roberto Jiménez, Toni Doblas y Leo Franco.
El mejor posicionado para cumplir los requisitos es el madrileño Roberto Jiménez. Idolatrado por la afición zaragocista, sus paradas han hecho que media Europa suspire por hacerse cargo de sus servicios, pero el de Fuenlabrada solo piensa en blanco y azul. Es su segunda etapa en el equipo maño, y tan solo ha disputado temporada y media con la elástica blanquilla, pero la afición zaragocista siente que está ante un veterano de la Romareda. Su único ‘pero’ son las múltiples y cuantiosas ofertas que pueden llegar desde equipos más poderosos que el Real Zaragoza. Año tras año se especula sobre su más que posible marcha, hecho que tanto el club como la afición son conscientes de que llegará a producirse.
El más carismático de los tres, Toni Doblas, también es muy querido por la afición maña. Sus paradas en la temporada 2008/2009 lo hicieron un jugador de vital trascendencia para conseguir el ansiado ascenso a Primera División. La imagen del jugador con el tradicional cachirulo atado en la cabeza es una de las más recordadas por la afición maña. El ‘feeling’ que siente tanto con la afición como con la ciudad son sus principales valedores. Su único problema es que los entrenadores no confían en él desde el inicio, aunque siempre que ha tenido la oportunidad ha acabado como titular, es continuamente el primer descartado por el entrenador.
El menos aclamado por la Romareda, pero el que siempre está ahí, Leo Franco. El argentino es el más veterano de los tres y cuenta con el mejor palmarés, llegó al club como un portero de garantías que aportaría su jerarquía en el campo. El actual técnico zaragocista Manolo Jiménez confía plenamente en él y quiere tenerlo durante dos temporadas más pese a sobrepasar ya los 35 años. Su principal valedor es el propioManolo, pero su mayor obstáculo es que no cuenta con la simpatía de la grada ya que desde que llegó no cumplió con las expectativas que estaban puestas en él.
Tres porteros de nivel para un solo puesto, y la lucha de un club que intenta vender a la afición que va a pelear por ser el histórico y respetado equipo que antes era. Para ello, se debe empezar por el principio, por mantener a un portero de garantías durante muchos años, que sea esa referencia atrás como un día fue César Laínez. Que sea el preferido del club, del técnico o de la afición, pero se necesita urgentemente que alguien releve al “emperador”, quizás el heredero sea el que nadie piensa, el que llega desde abajo y sin hacer ruido pero del que todos hablan maravillas, ese que recogería en perfectas condiciones el legado de Laínez por ser también canterano y llevar desde siempre al Zaragoza en el corazón, quizás finalmente y aunque tenga que ser dentro de unos años, si nadie lo estropea, nuestro principal abanderado sea Pablo Alcolea.
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