Si Iker Casillas es una leyenda viva es, sobre todo, porque su capacidad para aparecer en los momentos importantes apenas admite comparación. El de Móstoles es muy bueno siempre y superlativo en las grandes citas. Sus datos en las finales a partido único hablan por sí solos: sólo ha encajado gol en tres de las diez que ha jugado y sólo ha perdido dos. En el resto de finales, ya sea con el Madrid o con la selección, no ha habido rival que haya podido con él. Más que un portero es un muro infranqueable.
'Santo' es uno de los apodos que recibe Casillas. Ciertamente, sus paradas a veces parecen milagros. El meta del Madrid, además, tiene el don de hacerlas en partidos decisivos. Aún se recuerdan sus paradas en la novena Copa de Europa del Real Madrid, cuando el Bayer Leverkusen apretaba de lo lindo. El portero hizo tres buenas intervenciones, una de ellas milagrosa, sobre la línea de gol tras un remate en el área pequeña de Berbatov. Tampoco estuvo mal la que le hizo a Iniesta en la final de la Copa del Rey de 2011. Se estiró para sacar una mano casi imposible. El disparo iba al rincón de la portería, pero Casillas tenía otros planes.
Con la selección, su parada a Robben en la final del Mundial está para siempre en el museo de jugadas inolvidables de la selección española. Su pie derecho, cuando ya se había vencido al otro lado, hizo posible que el partido se decidiera en la prórroga y que Iniesta marcara después el gol decisivo. En la final de la Eurocopa 2012 no fue tan importante, pero también tuvo su momento. Con 2-0 evitó que Italia se metiera en el partido con un paradón ante Di Natale, en un momento en el que la selección de Prandelli, tras el descanso, estaba atacando.
En 10 finales a partido único, Casillas ha ganado ocho y ha perdido dos, la Supercopa de Europa del año 2000 contra el Galatasara y la Intercontinental de ese mismo año contra Boca Juniors, ambas por 2-1. De las ocho finales ganadas, en siete no encajó gol. Fueron en la Liga de Campeones contra el Valencia (3-0) y contra el Bayer Leverkusen (2-1, el gol alemán lo encajó César, que después se lesionó y fue sustituido), en la Intercontinenal contra el Olimpia de Asunción (2-0), en la Eurocopa contra Alemania (1-0) e Italia (4-0), en el Mundial contra Holanda (1-0) y en la Copa del Rey contra el Barcelona (1-0). También ganó, encajando un gol, la Supercopa de Europa del 2002 contra el Feyenoord (3-1).
Casillas es el ángel de las finales, donde su figura se agiganta. Si los grandes momentos definen a los grandes deportistas, Casillas es enorme.
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