De todos los colores, desde todos los ángulos, con todas las partes de su cuerpo. El día perfecto de Toño ante el Atlético de Madrid propició que su equipo se llevase un punto de un partido que tenía perdido. El veterano guardameta vivió su día de gloria para desesperación de los hombres de Simeone.
Los cabezazos de Falcao parecían de un niño ante la colocación y seguridad del portero alicantino. Si Adrián le retaba en un mano a mano respondía sacando una pierna prodigiosa. En caso de disparos lejanos de Arda o Diego, Toño volaba hasta las escuadras de su portería.
No es de extrañar que los entrenadores se rindieron ante su actuación. Diego Pablo Simeone y Juanjo González apuntaron hacia una misma dirección al salir a la rueda de prensa. El tema de conversación no podía ser otro. Hoy era el día Toño.
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