Kiko Casilla tiene pendiente su renovación desde hace tiempo. De hecho, es el único componente de la plantilla blanquiazul que termina contrato esta temporada, por lo que desde que empezó el año legalmente podría negociar su fichaje con otro club. El deseo del portero, no obstante, es quedarse por muchos años en el Espanyol.
Casilla está siendo protagonista las últimas semanas. La lesión de Cristian Álvarez le ha abierto de par en par la posibilidad de, por fin, triunfar en la meta blanquiazul. Y lo está consiguiendo. Suma tres partidos consecutivos de Liga sin encajar goles y sus intervenciones han sido clave para mantener la portería a cero. Ahora, además, puede llevarse una nueva alegría: la de su renovación.
Los primeros contactos se produjeron hace unos meses, pero luego se decidió aparcar las conversaciones para centrar todos los esfuerzos en el mercado invernal, a la vez que se esperaba la salida de Kameni, como así ha acabado ocurriendo. Hoy finaliza el plazo para fichar y el club, una vez ha conseguido reforzar la plantilla, ya puede fijar la vista en otros objetivos. Uno prioritario es la renovación de Casilla. Por parte del jugador no habrá problemas y no parece que vaya a ser complicado que ambas partes se pongan de acuerdo.
Eso sí, la entidad blanquiazul debe vigilar, pues las buenas actuaciones del guardameta no han pasado desapercibidas en otros equipos. El Brujas ha enviado emisarios en los últimos partidos para seguir en vivo al de Alcover y seguro que han escrito informes muy positivas. En las próximas semanas debería ya concretarse, por si acaso, su continuidad
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