
Cuando nadie lo esperaba, llegó la gran sorpresa de la noche. En un error en el despeje de Adrián, Joao Félix durmió el balón y cedió a Llorente, el único cambio hasta entonces del Cholo en Anfield. Decidió probar a un inédito Adrián, aseguró el golpeo y se encontró con el segundo error del meta español en un resbalón inoportuno. Minutos más tarde, asestó el golpe de gracia al Liverpool con otro buen disparo desde fuera del área.El centrocampista, que había sustituido a Diego Costa, se convirtió en el héroe de Anfield.
¿Alguien dudaba que Oblak firmaría un partidazo en Anfield? Se preveía un Atlético atrincherado, con un rival metiendo balones al área sin descanso... y en ese escenario, la actuación del esloveno se antojaba fundamental. Un día más, Oblak respondió a las expectativas. Es el jugador franquicia de este Atlético. La estrella que los rojiblancos deben conservar contra viento y marea.
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