Rubén Blanco se refirió este jueves al ánimo de la plantilla céltica, tras una semana en la que se ha hablado mucho del arbitraje del pasado fin de semana en Getafe: "Estamos fastidiados por lo sucedido pero hemos trabajado bien durante la semana, enfocando el partido ante el Levante y con muchas ganas de poder hacer un buen partido delante de nuestra afición y sumar los tres puntos, que son muy importantes. Es importantísimo dejar lo sucedido el sábado a un lado. De nada sirve desperdiciar energías en cosas que nos están en nuestras manos".
Se siente más resguardado en los últimos partidos: "Son variaciones tácticas que el entrenador decide. Por ejemplo, en el partido de Getafe el jugar con cinco atrás me pareció totalmente acertado y teníamos el partido controlado hasta el penalti y la expulsión de Maxi. Es fundamental el defender todos juntos, no sólo los que juegan atrás. Si corremos como en el partido ante el Sevilla, nos sentiremos más arropados".
También se refirió al error que cometió en Getafe y que supuso el 3-1: "La posición de portero ha avanzado hacia que somos un apoyo más. Podemos fallar un pase, con la mala suerte de que cuando lo hacemos los porteros suele acabar mal. Estoy tranquilo con el trabajo que hago. Personalmente, aprendo más cuando cometo un error que cuando realizo una parada. El halago debilita. Intento estar frío, no sacar conclusiones durante el partido. Tengo toda la semana para analizarlo con el cuerpo técnico y ver los errores cometidos, por ejemplo el sábado pasado".
Rubén da vital importancia al encuentro ante el Levante: "Ellos también necesitan los puntos pero nosotros mucho más. Nos daría aire. Los partidos de casa, de aquí a final de temporada, son claves. Ahora son un rival directo".
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