Uno de los cambios más significativos que se produjeron con la llegada del técnico portugués Miguel Cardoso al banquillo celeste, fue el relevo en la portería. Sacrificado Sergio Alvarez, ahora el titular es Rubén Blanco que no duda en pedirle al nuevo año "que las lesiones me respeten para así poder gozar de una continuidad que no conseguí tener en las últimas temporadas y disputar el mayor número de partidos con mi club", señaló el cancerbero de Mos.
El equipo vigués lleva un par de días preparando el partido del próximo lunes contra el Athletic en Balaídos. Será el primero sin Iago Aspas, baja por lesión: "Para nosotros, Iago es fundamental porque nos aporta muchas cosas; pero ahora y durante las próximas semanas, no tenemos otra opción que salir adelante sin él y seguro que el compañero que le sustituya, lo hará fenomenal". Y es que recuperado Emre Mor de su proceso gripal, el internacional de Moaña es la única ausencia segura para jugar contra el cuadro vasco.
"Como cualquier otro partido, el del Athletic será muy importante para nosotros; el objetivo es mantener la línea de juego que exhibimos contra el Leganés en el anterior partido disputado en Balaídos. Enfrente tendremos a un rival con un estilo de juego muy reconocible y que aún no estando en su mejor momento, nos complicará la vida". Pero Rubén Blanco es optimista "porque disponemos de una gran plantilla y ha llegado el momento de empezar a sumar de tres en tres puntos".
Para el canterano céltico "claro que nos hubiese gustado seguir vivos en la Copa del Rey, pero puede ser una ventaja el tener un mes de enero con menos partidos que otros muchos equipos de Primera División. Seguro que esto nos beneficiará en el tramo final de la competición. Lo mejor es que estamos con muchas ganas para empezar a escalar puestos y pelear por una plaza que nos permita regresar a Europa el año próximo".
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