Mide casi dos metros, pero en el Santiago Bernabéu fue más grande que nunca. Thibaut Courtois pasará a la historia atlética como el superhéroe de una noche maravillosa. Apareció en la prórroga para sostener la Copa del Rey y ganarse a Neptuno para siempre. El guardameta del Atleti no olvidará el día que pareció tener más brazos que un pulpo y pegar el estirón de su vida.
Contó con aliados con los que no esperaba, de madera. Hasta tres veces le ayudaron. Ellos tampoco iban a permitir que el sueño atlético se destrozara, la Copa, en el Bernabéu, La Décima. "Estoy muy feliz, hemos tenido suerte con los palos, pero hemos jugado bien".
En la prórroga emergió su figura para evitar lo que muchos atléticos veían venir recordando sus pupas. Había marcado Miranda, pero él marcó dos goles, uno con el pie, otro con una mano que pareció ocupar una portería entera. Sacó con su pie derecho un tiro de Higuaín y, después, se superó. Özil ya pensaba en celebrar un gol que parecía seguro en el 109'. Di María la puso en el segundo palo y el alemán vio la portería vacía, pero no. Apareció Courtois y sacó con su manopla el disparo madridista que era el empate. Superman se había hecho del Atlético.
No hay comentarios:
Publicar un comentario