La entidad de Stamford Bridge, propietaria de sus derechos, por los que en su momento pagó 9 millones de euros, tiene, en resumen, la intención de que cambie de club una vez finalizado el presente ejercicio. Eso no significa necesariamente que vaya a recalar por fin en el club que lo fichó hace dos veranos, cuando el propio Atlético pujaba por sus servicios después de que destacara en el Genk, sino que podría pasar a otro equipo inglés, también en calidad de préstamo.
"El Chelsea me habló de estar dos años en un equipo como el Atlético. Después, uno en un equipo de Inglaterra, como el Fulham o el Tottenham, para que me pueda integrar en un campeonato como la Premier. Después, al cuarto año, lo normal sería el Chelsea". El propio Thibaut Courtois trazó su hoja de ruta. Lo hizo en octubre de 2011, en entrevista concedida a Onda Cero pocos meses después de recalar cedido en el club rojiblanco. De este modo, nadie puede llamarse a engaño.
La entidad rojiblanca, sin embargo, está moviendo sus piezas. La decisión pasa por intentar que el Chelsea acepte una tercera y última temporada de cesión, toda vez que la legislación de nuestra Liga no permite un número superior. Cuerpo técnico, Dirección Deportiva y dirigentes están de acuerdo en sondear cualquier opción de que Courtois se quede antes de negociar cualquier otra incorporación bajo palos, aunque lógicamente se hace un seguimiento exhaustivo de los porteros futuribles, especialmente los que ya juegan en nuestra Liga. Por ahí nombres como los de Andrés Fernández o Moyá.
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