
Courtois llegó al Atlético tras De Gea. No era fácil llenar el huceo de un portero que había calado hondo en la afición, un chaval de casa, bueno y querido. El belga aterrizó en Madrid casi con vitola de suplente, para competir con Joel y Asenjo, que entonces se recuperaba de su larga lesión. No tardó el belga en hacerse con el puesto y en convencer a casi todos. Aunque tuvo sus altibajos, su temporada fue notable, coronada con la Europa League. Terminada la campaña, quedaba la duda de si se prolongaría la cesión. No hubo mayores problemas y Courtois se medirá por primera vez a su equipo. "Es un partido muy especial para mí. Estoy en el Atlético y quiero ganar el título", dijo el belga esta semana.
Por su parte, Cech puede lograr otro título para poner la guinda a una gran carrera. El checo ha sido un portero de lo más regular en la última década, siempre entre los cinco mejores guardamentas del continente, incluso en sus campañas menos brillantes. En las mejores ha sido un portero fabuloso. Lo fue en la pasada edición de la Champions, donde resultó probablemente el jugador más decisivo del Chelsea. Fue el mejor ante el Barcelona y también contra el Bayern. A estas alturas, Cech no tiene que demostrar nada a nadie, pero querrá dar otra lección bajo palos. La 'Muralla', contra su sucesor.
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