La portería del Betis no ha sido objetivo, hasta el momento, de la planificación deportiva esta temporada. Tanto Mel como Vlada Stosic han confiado en los dos guardametas del plantel, Casto y Fabricio, que realmente la pasada temporada cumplieron con su rendimiento, con claroscuros, más en el primer caso.
Pero la realidad es que la Liga ha empezado y las primeras actuaciones de Fabricio han abierto el debate. El meta canario transmitió algunas dudas en San Mamés, pero realmente ha sido ante el Rayo en el encuentro que ha confirmado su nerviosismo.
Además de su actuación desafortunada, sobre todo en el segundo gol rayista y en una acción posterior en la que dejó escapar la pelota, parece haber perdido la seguridad de unos meses atrás. Y el equipo se contagia de ese nerviosismo.
Pepe Mel, entrenador verdiblanco, admitió no conocer el origen de esas dudas de su portero tras el partido ante el Rayo. "Buena pregunta para Fabricio", dijo. Y con el tono de sus palabras dejó entrever un cambio en la portería para la próxima jornada. Al menos dejó abierto el debate.
Pero el caso es que el supuesto relevo, Casto, dejó la titularidad la pasada Liga precisamente por las dudas que desprendía en la meta verdiblanca. Ahora puede tener su oportunidad tras los fallos de Fabricio, pero tampoco es que goce de un respaldo pleno de la grada, ni tampoco de su entrenador, que lo ha dejado en el banquillo en los primeros encuentros tras darle cierta confianza en la temporada.
Así las cosas, la portería del Betis se encuentra ante una disyuntiva ya en la segunda jornada de la Liga. No es cuestión de extremismos, pues con estos dos porteros se mantuvo el Betis desahogado en Primera la pasada temporada, pero sí de inquietud, pues ninguno de los dos guardametas parece reunir las suficientes características para desterrar el debate y hacerse fijo.
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