Diego López ya es historia en el Villarreal. El traspaso del portero gallego al Sevilla podría pasar factura al Submarino en el plano deportivo, pero en el club tienen plena confianza en los dos guardaespaldas que tienen en nómina... y no les falta razón.
Diego Mariño y Juan Carlos están cuajando una gran temporada en Segunda A, la categoría que ocupará la próxima campaña el Villarreal, y en la entidad tienen claro que no hay motivos para buscar fuera lo que ya tienes en casa. Diego López está considerado uno de los mejores especialistas bajo los palos en el fútbol español, junto a los Casillas, Víctor Valdés o Reina, pero Mariño y Juan Carlos son más jóvenes (tienen 22 y 24 años, respectivamente), poseen un gran futuro por delante -ayer mismo el gallego fue convocado por la selección sub-21 y puede representar a España en los Juegos-, y son más baratos.
Diego Mariño, el actual titular en el filial amarillo, y Juan Carlos Sánchez, cedido esta temporada en el Elche, también en la categoría de plata, han acumulado ya la experiencia suficiente como para poder hacerse cargo de la portería amarilla en Segunda División.
Tanto Juan Carlos como Diego Mariño han demostrado esta temporada su solvencia. El primero, tras una temporada casi en blanco (solo jugó cinco partidos de Copa del Rey y uno de Europa League en el ejercicio 10/11, el primero como miembro de facto de la primera plantilla del Submarino) salió la temporada pasada del Villarreal en dirección al Elche buscando los minutos a los que en el Villarreal no podía aspirar por la presencia de Diego López.
La experiencia ha sido muy positiva para el de Calvià. La afición ilicitana le considera uno de los principales culpables de que los alicantinos hayan peleado hasta el final por el play-off de ascenso a Primera. Solo ha dejado de jugar un partido de la Liga Adelante, el de la pasada semana en Alcorcón por culpa de una sanción.
Tampoco le ha ido mal a Diego Mariño en su segunda campaña como titular en el filial amarillo, aunque en su caso se ha perdido más partidos por culpa de una lesión, sus compromisos con las selecciones sub-21 y olímpica, o las convocatorias con el primer equipo. El de Vigo ya suma a sus 22 años 70 partidos en la categoría de plata, una cifra que le permitirá afrontar sin titubeos la responsabilidad de blindar la portería amarilla en el ilusionante objetivo de la operación Volveremos.
Además de solvencia bajo los palos, nadie puede discutir el compromiso de ambos guardametas con el proyecto del Villarreal, ya que tanto Juan Carlos como Mariño se han hecho con un hueco en el fútbol profesional de la mano de la entidad amarilla, a la que llegaron a edades muy tempranas.
Pese al golpe que puede suponer la marcha de un portero como Diego López, titular indiscutible las últimas cuatro campañas, el equipo tendrá las espaldas bien cubiertas la próxima temporada. Con dos guardametas de la solvencia de Diego Mariño y Juan Carlos, la parroquia del Madrigal puede estar muy tranquila.
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