martes, 19 de junio de 2012

Stark, Casillas y el gen ganador


El gen ganador ese que se dice es una cosa incómoda de manejar. Ganas y te alegras, pero afecta a la memoria, la vista y en algunos casos al entendimiento. El gen ganador supone ganar cuando no lo mereces, cuando has jugado mal, cuando el contrario lo has hecho mejor que tú o porque el árbitro ha decidido no ir en contra de la historia y te ha favorecido. Luego, claro, tienes o que negarlo o que olvidarlo. Gozar, como Italia por ejemplo, de la estrella de tu camiseta correspondiente a 1934 sin repasar una y otra vez la historia del Mundial de Mussolini, Inglaterra de su Mundial sin acordarse mucho de Ali Rous y sus Cuarenta Ladrones, como se llamó por allí a Sir Stanley Rous, presidente de la FIFA, borrar de tu historia al lloroso y ensangrentado Luis Enrique, y del Argentina-Perú del 78, recordar sólo el resultado.
El España-Croacia de ayer en la Eurocopa seguro que será recordado en Split, Dubrovnik y Zagreb como rememoramos nosotros el Corea del Sur-España de 2002, cambiando a El Ghandour por Stark. Ellos jugaron mejor, leyeron mejor el partido, se esforzaron tanto como los nuestros, pero un penalti de Sergio Ramos (y algunos dirán que también roja) y otro de Busquets se quedaron en el limbo de la moviola. Y en el gol de Navas, sería cosa de discutir lo del fuera de juego posicional pero cuando Cesc envía el balón a Iniesta, él está adelantado. Pero eso, repito, es el gen ganador: el que te da otra oportunidad cuando el juego hace por negártela.
Otra oportunidad que está por ver si se aprovecha. Lo que vimos ante Croacia es lo que vamos a ver el resto de la Eurocopa. Un rival que nos ha estudiado y supo cortarnos la creación de juego, dificultar la circulación de balones hacia los cerebros del equipo, conseguir que en escasísimas ocasiones nuestro juego creara peligro y para el resto, confiar en nuestra proverbial dificultad para hacer goles. De aquí al final eso lo van a hacer todos. Nosotros, a resolverlo, que para eso somos los bicampeones.
Ayer, si no es por Iker Casillas y por Wolfgang Stark, estábamos ya en casa, a solas con la prima de riesgo, con los miles y miles de cargos públicos y asesores al calor de las leyes que nos hemos dado a nosotros mismos y son la esencia de la democracia, según pregonan, y  con las cosas que como decía Larra, sabiéndose que pasarán, no se pueden prever. El gen ganador nos ha dado otra oportunidad y podemos estar seguros que Del Bosque y los suyos harán todo lo posible y lo imposible por aprovecharla.
Porque gane o pierda, juegue mejor o peor, este equipo desborda honradez y compromiso Puede gustarte o no, pero es imposible enfadarse con ellos. La selección española de fútbol sí que cambio en su día su modelo y de ahí se han seguido resultados. Igual muchos de los que abominan del deporte en general y del fútbol en particular harían bien en observarlo un poco más profundamente y, sobre todo, en pensar. Mientras, sigamos confiando, que ya estamos al otro lado del gen ganador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario